Los recién nacidos, en los primeros tres o cuatro meses de su vida está demostrado que usan ambas manos al azar para sostener cualquier elemento con sus manos. Esto es debido a su temprana edad y la presencia de un cerebro inmaduro, con una función primaria y global.
Es aproximadamente dieciocho meses después cuando comienzan a determinar la tendencia hacia el uso de la derecha o izquierda. En comparación con las preferencias manuales, alrededor del 85-90% de las personas tienen expresiones diestras. De estos, el 96% de los niños diestros tienen un cerebro izquierdo lingüísticamente dominante.
En el caso de las personas zurdas, este porcentaje sería del 70%.
En la forma en que se desarrolla la dominancia en una persona durante la infancia, la predisposición genética juega un papel importante, un tema que, aunque las investigaciones no son concluyentes, es evidente que no se puede negar su existencia.
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